ULTIMA BUSQUEDA



Traslucido el ambiente, la vida
y las cáscaras.

Nadie se atreve a dictaminar el
cuarto oscuro que vela en
las corrientes subterráneas;
que hiberna en las lanzas de un sol
fatigado ya de calentar.

El sentido efímero se perdió
en algún trapecio,
y murió de decisión,
obligatoria por pertenecer a este mundo.

El dolor de su conciencia,
me reprocha en las tardes tristes.
Un aullido certero serpentea
por la clavícula, y conversa
con los espectros de antiguas tizas.

Y en el alquitrán, crecen los helechos,
esforzándose en tapar volcanes
extinguidos,
en derrumbar escenarios,
que ya no importan,
en pisar lágrimas
inútiles.

El temor a mi conjuro se acrecienta,
solo quedan gramos de resquicios abiertos,
y la humedad impregna
así ya hasta lo más
íntimamente preservado.

Es cuestión de bocanadas,
que atraviese el espejo
y definitivamente,
el recuerdo sea reflejo
moribundo.

1 comment:

Anonymous said...

¡Hola!

Esa foto que acompaña esta entrada..., ¿no será de Gante?

¡Me encanta Gante!

Saludos desde el Salto de Roldán