Nos incendiamos la anatomía y el cerebro.
Compartimos gran parte de nuestro desván.
Recibimos los pétalos desvalidos y los jubilosos.
Nos volcamos en abrazos desbocados.
Pero eso fue ayer,
o hace ya tiempo.
Hoy, nos expulsamos de nuestras cortinas.
Forzamos nuestras miradas a la distancia.
Redimimos las culpas,
o tal vez, miramos a otro lado.
Salpicamos con saludos de ascensor.
Vaciamos el grosor de nuestra piel.
Borramos nuestra memoria.
CUENTA NUEVA
Publicado por
Laurentina
los
04:45
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