SURREAL ALICIA




Momento inminente del plumazo,
sin conceptos relativos del bien o del mal,
solo frondosidad en el laberinto.

Noticias inmasticables que provocan
bocanadas de alcohol,
amargura en las entrañas,
júbilo de gasa,
ojos nublados,
chisteras de sonrisas.

Amaneceres en vidas impolutas,
farras de tinta,
camas extrañas.

Sin digerir el acelerón,
inmovilizo mis venas,
y rasgo la conjetura.

Atardecer anonadado
por la distorsión del sueño.
La única realidad del sendero.

PLANTANDO



Cuando no hay nada que perder,
el esbozo se vuelve fuerte,
y los goznes oxidados,
embellecen la estructura.

Te vuelves hechicera,
y te ríes de lo absurdo,
y lanzas miradas salvajes,
a la cara del bostezo.

A lo lejos percibes,
que todo es puro papel de hojalata,
y que basta con el sueño fatuo,
en las venas somnolientas.

Mientras te atas a ramas podridas,
que simulan tétricas sequoyas,
descubres el falso desliz del temor,
el beso pecaminoso del aullido.

Buscando el lápiz diagonal,
el que traza los vuelcos del paseo,
y quema los rastrojos,
conjuramos el miedo.
y plantamos la sonrisa alta.

FRÁGIL



Si el porvenir depende de la jugada del destino,
y mi conjetura se tambalea en la cuerda floja,
y los vidrios son demasiados para evitar la herida,
me derrito de temor líquido,
sollozo por lo erróneo de la equivocación.

Ignoro cómo llegué a este chantaje,
en que el miedo coarta mi felicidad,
y mi pánico se basa en todo aquello,
en que creí al vacío,
sin garantías de desechos,
devoluciones o reparos.

Mi coraza de fortaleza,
cae vencida en mi rincón,
y con ánimo suicida,
mi fragilidad se dispara,
y me vuelvo infinitésima,
infinitamente pequeña
y me recluyo, escapándome del mundo.

Sólo entonces ansío a ser otra persona.
La que apostó por la tregua fácil,
y los caminos sembrados,
y no la que tiró una carta al azar por la utopía,
y condenó su camino a esperar toda la vida,
a que la ruleta se haga añicos.

AVE FÉNIX



Salpicada por lo incierto del Amor,
me desnudo con lágrimas de sabores
y rompo el pedazo de borrador
para comenzar de nuevo.

Motivo de ondas y ascuas,
resurjo de las cenizas explotadas,
deslizando por mi ápice de conciencia,
retozos de mis heridas.

Acorralada por los rasguños,
ansío el rescate del azufre mediático,
el ácido jugo que humillante,
destierra el sereno vacío,
y me concilia por las noches.