Sobrevolando las huellas retornadas,
aspiro aire puro macerado en tiempos.
Zanjado el amedrentar y
la zancadilla,
los océanos ya no se estremecen,
los éxodos se translucen henchidos,
los besos rotos se descubren sellando los vahídos,
y el caos se vuelve semejante.
Descalabro y me defino,
sabiendo que las conformidades,
no son más que calumnias angustiosas
a los indomables espoleados.
Brillante, sonrío,
y me declaro resucitada empedernida,
volátil impetuosa,
somnolienta incansable,
honesta vividora.
DESARRUGANDO
Publicado por Laurentina los 21:49
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment