MARIONETA



Trastos de absoluto desacierto
hacen de mi un alma
un lugar triste, pobre,
ridículamente bañado
por sonrisas de aluminio.

Brincos trazados con sales
de historias pensantes,
alcanzan a socavar
cualquier intento de
desollar la cordura.

La soga agrietada y caníbal,
apareada con el destino
de tiznes y marionetas,
lanza espumas de apagada marejada,
que ni yo misma puedo entender.

Cruzada por la sensación
perdida de los témpanos,
carezco de autonomía razonable,
y me desvelo,
entre los clavos de las adversidades

Exhausta en la ambigua sensación
de los dormidos,
abandonada en la hojarasca nocturna,
mascullo mi rebeldía brotada,
y la trenzo con mis venas.

2 comments:

Matarratas said...

solo el dolor nos hace pensar en profundidad. es una lastima. pero al menos nos deja palabras bellas, no es asi?

saludos.

Dr. Jorge said...

de pequeño quise ser como pinoccio y cuando de mayor por fin me convertí en él desee con todas mis fuerzas volver a ser humano...