EL RESCATE



Pedazos entrelazados
en las ruinas de los pedestales.
Apoyos resquebrajados,
desmoronados.

Las catástrofes previstas se jactan,
ácidamente dolorosas,
a pesar de la costumbre,
del cansancio,
de las vías de escape.

Entrecortados,
todavía respiran los esplendores tardíos,
las lluvias derramadas,
la rudeza de tu alma,
esos abrazos benditos.

Mis cornisas de niña consentida,
se echan a temblar,
ante el dolor,
la ausencia,
la partición de la razón.

Circunstancias variables.
y cordura férrea.
Resistencia ante la ceguera,
entierro de lo certero.
Pago del rescate.

ESQUEJES



Brumas confundidas con risas obtusas,
succionan el aire enjaulado,
trepan por escaramuzas ausentes,
renegadas, extenuadas.

Miro los escalones circundantes,
las delicias rebajadas,
los pellizcos de ángel,
las musarañas con resaca,
la primavera reverdeciendo.

Las arrumacos fustigados
siempre fueron un buen adobo
para asaltar las curvas sinuosas.

Ahora, la congoja en los talones,
sólo me hace más fuerte.
Resbaladiza, me posa en lomos
de montañas rusas,
construidas también en los relojes