TE LO TOMO PRESTADO II. O EL E A ELA



Había unha vez un el que era todo noite.
Sombra de sombras, paso solitario,
moito camiñaba as noites para atopala.

Había unha vez unha ela que era todo día.
Destello de trigo, danza clara,
moito camiñaba os días para atopalo.

Moito buscaban o el e a ela.
Moito perseguía a noite ó día.
Sabedores estaban o el e a ela de que
a búsqueda non se encontraba.

Parecía que non, que imposible,
que nunca, que xamais...

Entón chegou a madrugada,
para el, para a ela.

Por sempre xamais.

APAGÓN



Rotura reconstruida.
Ácido y sentido
desapego del vaso rebasado,
Tirantez descosida.
Vacío encaramado.
Claridad de espejo manteado.

Retorno a lugares locuaces.
Imposibilidad distendida,
relamidamente camelada.
Bocanada provechosa en el sendero.
Carrerilla zanjada presurosa.

Silencio del luto absurdo,
carcomiendo, intenso.
Expiración de entrañas agotadas,
de la falta, del resollar,
del decante por la lucha desigual,
de la aspiración a acordes imperfectos.

Viperina en el braceo fuerte.
Capeo de la superviviencia.
Reclamo del merecido desmayo.
Falacias absolutas.
Recodos de deslices inexplorados.

Destrozo y castigo,
por exigencias del guión,
Desvanecimiento inminente.

DEPÓSITO DE CORDURA



Renacidos e incoherentes,
saldamos deudas con el pasado.
Brotamos de los espejos herrumbrosos
y nos movemos hacia las partidas ganadas.

Remamos a brazadas,
con afán del retoño escondido,
con humores tenues y azarosos,
con silbantes sonrisas lacrimosas.

Erramos en los escollos pronunciados.
Miramos, fijamente, al porvenir
que se cierne en la penumbra.
Salivamos las esquirlas acuciantes.

Decantamos los efluvios distantes,
por las parras remendadas.
Temblamos, con adioses grandes,
y almendrados.

Encaramos las señales impecables,
que nos arrastran hacia el comienzo
del estado imantado,
del empuje brutal,
de las veletas preciosas.

RECONSTRUCCIÓN



Necesidad de girar la hoja,
y empezar a escribir en blanco.
Ansia de cortar los deliciosos cables
para ocultar lo que ya está perdido.

Necesidad de conjurar los instantes increíbles,
y hacerlos terrenales,
y guardarlos en su lugar,
en su tiempo, en su urna de cristal.

Necesidad de ahuecar los recuerdos,
y guardarlos en el desván,
como algo bello,
como algo pasado.

Necesidad de reconstruir la vida,
y esgrimir el derecho a la cuenta nueva,
sabiendo que pasó con creces,
pero que ya los sellos están zanjados.

Necesidad de ahuyentar la melancolía,
y dejar de pisotear los momentos presentes.
Saber que impecablemente,
es hora del punto y final.

BLANCA OSCURIDAD



Retazos, innumerables retazos,
deshechos, helados, crujientes.
Reacción exhausta al oro reluciente.
Presión acongojada de sirenas andarinas,
Hastío embargado.

Vacío sembrado con palabras dignas.
Desvalorización de la palabra pronunciada.
Coraza acuciante en mitad del todo.
Resquebrajo inherente
en mis pozos solitarios

Desorientada y carente de brújulas.
Rodeo las penurias que rasgan
los engañosos gajos de naranja.
Sigo, umbilical y reseca.

Condenada y agraciada,
esgrimida e ilusa.
Vago hacia falsas madrigueras
amenizadas por los correspondientes senderos.