CAÍDA LIBRE



Trozo de mecha mascada.
Trazo de pista musitada.
Vidrio roto en pedazos y arañazos.

Vómitos de líneas torcidas.
Antorchas de muescas desdibujadas.
Saliva gastada de respirar.

Musarañas en los pétalos.
Cartón troceado en las esquinas.
Mármol resquebrajado en las caídas.

Sensación de terraplén.
Desdicha garabateada en
retazos que a nadie importan.

Mendiga deslumbrada.
Albores de vidas aparentemente brillantes,
construidas con bisutería barata y carcomida.

Escape de trizas húmedas.
Muerte del todo en la nada.
Abandono deshilachado.
Cuentas huecas desparramadas,
y la nada,
y la nada.

Coraza de sudor y lágrimas.
Constructora de utopías suicidas,
que dejan en la estacada.

Vuelta de hoja en el pedestal.
Suicidio inminente del orgullo barajado.
Barco de pestañas cansadas e insatisfechas.
Años de minutos adornando el basurero.
Muerte en los suburbios de pájaros altos.
Puntillas en los pies de la vida.
Y nada más, que lo apostado,
en el fondo del pozo,
y nada más,
y nada más.

Libertad de mentira,
amordazada sin pedirlo.
Elección condicionada
a la trampa utópica,
al invernadero de verano
de las almas perdidas.

(DE REFLEXIONES INEXISTENTES LXIII)

VERDADERO



Líneas garrapateadas
en lugares estimados,
provocan terremotos y remueven cimientos,
convirtiéndome en marioneta vulnerable,
en el momento inesperado.

Corrientes de melancolía,
que hacen vibrar mis cuerdas vitales,
me colman de bellas tristezas,
y significan trazos de algo mas fuerte
que una escala razonable.

Hoy no pregunto por la reciprocidad,
ni me atrevo a invocar mi conjuro.
Hoy me permito salir a la lluvia desnuda,
y empaparme de recuerdo,
notando la punzada de aguijón,
despedida de un portazo .

Y más tarde, aúllo de dolor,
buceo en las cenizas de los recuerdos
inefectivamente enterrados,
abro las llagas y
rompo a sentir en ellas.