HERMANA

Todo lo que somos
se forjó a partir de lo que fuimos.
Fugaz burla de encender prematuro
hacia las adversidades del entorno.

Brevedad y añoranza de un espacio silencioso
en el que solo estábamos la risa, el arrope y los hermanos.
Calumnias franqueadas tan solo
por un hazmerreír de de cascotes
y escudadas con sangre fraguada
en literas, sollozos y defensas.

Mas el tiempo, con su discurrir inevitable,
revuelve las palabras que nunca pronunciamos
y se nos transforma en inmediatas responsabilidades,
sin preguntar, sin avisar, sin permiso,
sin poder echar la vista atrás,
y congelar las sensaciones redimidas.

Mezcla de vacío y contento,
sal, mezclada con azufre,
alcurnias que guardar en nuestra memoria
cristalizadas bajo un foco de luz.

Llanto de melodías olvidadas
que musitaremos cuando reencontremos
nuestras esencias a imagen y semejanza,
extremadamente próximas en sus condiciones iniciales
con evoluciones diversas en el mascullar de la tiza,
mas siempre vasos comunicantes en los caminos inciertos.

PROFUNDIDADES

Bajo los poros de la piel,
existe la premura del amante.
Tristeza sucumbida en mieses de fervor
se ha asentado hoy en las pliegues de las cicatrices.
Reforzando mi vivienda de burbuja,
asiento en mi toque de premura.
Reconozco que reloj se puso en hora
mucho tiempo atrás.
Muero en mi ansia de mitigar.
Vibro por sentir absolutamente
lo importante, lo absoluto, lo esencial.
Empequeñezco, y me camuflo en mis vísceras.

Llovizna, lejos de ser opaca,
sino un alivio de tormenta vigorosa.
Orgullo de alcanzar el limite de lo infranqueable,
de lo profundo, del pozo vedado hace tanto tiempo.
Sabor ácido de la maraña solitaria
que se cierne en el engranaje de los caminos
Mirador de penurias somnolientas,
sintiéndome débil con todo el derecho,
de flaquear, de encoger,
de lanzar lejos las manecillas del reloj.
Cara a cara en la calma,
oigo a lo lejos mi ansia de mandarina,
y la abrazo como hija prodiga.